miércoles, 22 de diciembre de 2010

Stephen Crane (Estados Unidos)




24


Vi un hombre persiguiendo el horizonte;

a cada vuelta se aceleraban ambos.

Estaba sorprendido por esto;

abordé al hombre.

“Es inútil,” dije,

“nunca podrás—”


“Mientes,” gritó,

y siguió corriendo.



26


Se levantaba ante mí una enorme colina,

y escalé largos días

a través de regiones de nieve.

Cuando tuve ante mí el panorama desde la cumbre,

pareció que mi labor

había sido para ver jardines

tendidos a distancias imposibles.

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