domingo, 16 de octubre de 2011

Eliseo Diego (Cuba)




NO ES MÁS


por selva oscura.


Un poema no es más
que una conversación en la penumbra
del horno viejo, cuando ya
todos se han ido, y cruje
afuera el hondo bosque; un poema
.
no es más que unas palabras
que uno ha querido, y cambian
de sitio con el tiempo, y ya
no son más que una mancha, una
esperanza indecible;
.
un poema no es más
que la felicidad, que una conversación
en la penumbra, que todo
cuanto se ha ido, y ya
es silencio.

sábado, 15 de octubre de 2011

François Villon (Francia, 1431)




Canción

Al volver de dura prisión
donde casi dejo la vida
aún la suerte en su sinrazón
se ensaña en mí, me odia y no olvida.
Ya podría estar su aguijón
satisfecho con tanta herida
al volver.

Si no quiere en su sinrazón
menos que verme ya sin vida
¡quiera Dios que mi corazón
en Su cielo tenga acogida
al volver!

Que tango hay que cantar - (RUBEN JUAREZ - CACHO CASTAÑA, Argentina)

jueves, 13 de octubre de 2011

Waldo Leyva (Cuba, 1943)




VENGO A DEJAR MI INOCENCIA


Sólo llevaré para el camino de regreso
los ojos del asombro.
No quiero saber por dónde vine
ni la ruta que me espera.
Quiero ignorar los límites.
Todo tiene que ser desconocido
no para después nombrar las cosas
sino para escapar de la memoria.
Nominar es matar.
El árbol desconocido
será siempre un misterio.
Cuandose dice roble
se está diciendo silla, mesa,
recipiente de vino.
Existo porque no sé quien soy
es imposible encontrarme
tras las letras de un nombre
no pertenezco a una casa
ni a una ciudad, ni a un país
ni siquiera al mundo.
Este es mi último viaje como dador
como portador de algo
como reclamante.
Intento dejar aquí mi inocencia
para recorrer los caminos
sin esa luz,
entre verde y dorada, de la infancia.
Saldré de esta noche
y el sol de mañana no podrá dibujarme.
No seré ni alto ni pequeño,
ni moreno ni blanco.
Nadie podrá decir si mis pasos me llevan
o si son los sitios, los límites los que se mueven.
No me importará llamar la lluvia
ni hurgaré en el corazón de los cactus.
Si alguien quiere preguntar
el momento es ahora.
Cuando vuelva la espalda
no habrá huellas, ni canto, ni humedad.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Mark Strand (nacido en Prince Edward Island, Canadá, en 1934)




Comiendo poesía


La tinta se riega desde las comisuras de mi boca.
No hay felicidad como la mía.
He estado comiendo poesía.

La bibliotecaria no cree lo que ve.
Sus ojos están tristes
y ella camina con las manos en su vestido.

Los poemas se han ido.
La luz es tenue.
Los perros están en las escaleras del sótano y suben.

Sus ojos dan vueltas,
sus piernas rubias se queman como paja.
La pobre bibliotecaria empieza a dar golpes con sus pies y llora.

Ella no entiende.
Cuando me arrodillo y le paso la lengua a su mano,
ella grita.

Soy un hombre nuevo.
Le gruño y le ladro.
Y salto de alegría en la libresca oscuridad.

viernes, 7 de octubre de 2011

GERMAN CUERVO (Cali, Colombia, 1950)




EL SOFÁ



De casualidad he visto otra vez el sofá

en un mercado de pulgas

mal acomodado y para la venta

una deprimente tarde de festivo

viejo sofá ¡qué impresión

me da verte!

¿cuántas veces?

fueron tardes de sofá

vespertinas de sofá noches de sofá vino y música

en tus lomos vi las estrellas



¿te acuerdas de Ella su falda de cuadros?

(que terminaba encima del televisor)

su bufanda su pelo revuelto en tu chalis

eres la negación del olvido

el testigo mudo

viejo sofá

tú que sabes tanto de chismes

y cosas polvorientas

tú que sabes tanto de reveses de tapicería

tú que sabes tanto de nalgas ¿no era ella toda divina?

¡cuántas veces no se durmieron sus nalgas

en tus mejillas!

eres prueba reina de mi fracaso

¡cómo no construí mi felicidad esas tardes de solaz!



¿dónde estabas? ¿qué ha pasado durante tantos años?

tuve mi oportunidad y la perdi

tablas desvencijadas cojines mullidos

desperdícios de vida tachuelas

pulgas que saltan para no volver

¡oh! Viejo sofá cuántga nostalgia

¡cuánta tristeza me traen tus lomos maternales

viejo sofá

deshilachado sofá

¡cómo pesas en mi vida!

no sé cómo tuve el valor

para despedirme del sofá y alejarme

de espalda al mar frente a mi alma

yo viejo mueble abandonado

Giovanni Quessep (San Onofre -Colombia, 31 de diciembre de 1939)




Cercanía de la muerte


El hombre solo habita
Una orilla lejana
Mira la tarde gris cayendo
Mira las hojas blancas

Rostro perdido del amor
Apenas canta y mueve
La rueda del azar
Que lo acerca a la muerte

Extranjero de todo
La dicha lo maldice
El hombre solo a solas habla
De un reino que no existe