martes, 30 de agosto de 2011

Antonio Gamoneda (España)




Blues del cementerio


Conozco un pueblo. No lo olvidaré.
Que tiene un cementerio demasiado grande.
Hay en mi tierra un pueblo sin ventura
porque el cementerio es demasiado grande.
Sólo hay cuarenta almas en el pueblo.
No sé para qué tanto cementerio.
Cierto año la gente empezó a irse
y en muchas casas no quedaba nadie.
El año que la gente empezó a irse
en muchas casas no quedaba nadie.
Se llevaban los hijos y las camas.
Tenían que matar los animales.
El cementerio ya no tiene puertas
y allí entran y salen las gallinas.
El cementerio ya no tiene puertas
y salen al camino las ortigas.
Parece que saliera el cementerio
a los huertos y a las calles vacías.
Conozco un pueblo. No lo olvidaré.
Ay, en mi tierra sin ventura,
no olvidaré a mi pueblo.
¡Qué mala cosa es haber hecho
un cementerio demasiado grande!

lunes, 15 de agosto de 2011

Matsuo Basho (Japón)




No lo olvides:
caminamos por el infierno, contemplando flores.

*

Estornudo,
la alondra
perdida de vista.

*

Flores de cerezo, tantas,
que mi cuello está torcido.

*

Yo soy un hombre
que se toma su arroz
ante el roble

*

Día invernal
encima de mi caballo
la sombra congelada.


*

Interrogaría
sobre el haiku chino
a esta mariposa que vuela.

*

Sólo soy un hombre
comiendo su sopa
ante la flor de asagao.

sábado, 6 de agosto de 2011

Jair Trujillo (Colombia)




El último viaje


El último viaje, en su ropaje azul
Nos regaló la hermosa sensación
De ver tras un espejo de agua, confundirse entre sus pliegues
El rostro de los ausentes.

El último viaje;
Sumergir el rostro
En blanca sábana

La muerte por calles coloniales
Pasea junto a un hombre
Que ya simplemente no tiene memoria.

La muerte
Alegre y seductora
Amante de los solitarios,
Dos miradas que se aproximan.

La muerte, soberana junto a mí
Transitando mí último viaje
En barcos de papel
Por el ancho mar
Que se escurre entre los dedos
Y se pierde de repente entre nosotros.