domingo, 20 de mayo de 2012

María Mercedes Carranza (Colombia)

 
ODA AL AMOR


Una tarde que ya nunca olvidarás
llega a tu casa y se sienta a la mesa.
Poco a poco tendrá un lugar en cada habitación,
en las paredes y los muebles estarán sus huellas,
destenderá tu cama y ahuecará la almohada.
Los libros de la biblioteca, precioso tejido de años,
se acomodarán a su gusto y semejanza,
cambiarán de lugar las fotos,
otros ojos mirarán tus costumbres,
tu ir y venir entre paredes y abrazos
y serán distintos los ruidos cotidianos y los olores.
Cualquier tarde que ya nunca olvidarás
el que desbarató tu casa y habitó tus cosas
saldrá por la puerta sin decir adiós.
Deberás comenzar a hacer de nuevo la casa,
reacomodar los muebles, limpiar las paredes,
cambiar las cerraduras, romper los retratos,
barrerlo todo y seguir viviendo.
 

domingo, 6 de mayo de 2012

Wu Zao [Renhe, provincia de Zhejiang, 1799-1862]




He cerrado las dobles puertas

¿En qué esquina de los cielos estará ella?
Detrás de las rojas paredes
una flauta silba como una suave brisa.
Los sedosos sauces danzan
entre el detenido resplandor del ocaso.
Descansando, los cuervos ignoran mi melancolía.
Otra vez abandono lentamente el lecho
luego de haber encendido un varita de incienso.
Desciendo la hermosa escalera
mientras lamento los años perdidos.
Enferma, temo al frio, temo al calor
mientras los bellos días pasan.
De repente es la Fiesta de los muertos de otoño.
Perturbada por el cambio del tiempo
pierdo el camino de la luz
que nos llevaría lejos.
¿Quién removió las cuerdas de mi salterio?
Caigo en cuenta que de las veinticinco
veintiuna ya se han ido.