En mi pechoEn mi pecho
hay muchos suspiros
por tu hermosura
que me hieren cruelmente.
Manda liet
manda liet
mi amante,
no viene.
Tus ojos son brillantes
como los rayos del sol,
como el resplandor del relámpago
que da luz en la oscuridad.
Manda liet
manda liet
mi amante
no viene.
Podrá Dios, podrán los dioses
conceder los deseos de mi mente:
que sus virginales
lazos pueda yo romper.
Manda liet
manda liet
mi amante,
no viene.
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