jueves, 25 de noviembre de 2010

Raúl Henao




EL HAMBRE


Mientras miraba fijamente las vueltas que daba un pollo
en el asador
Advertí que a pesar de poner todo empeño de mi parte
no podía cerrar la boca.

Afortunadamente había pasado desapercibido para las personas
Que a esa hora acostumbran pasearse
A lo largo de la calle.

Cuando tocado por la curiosidad alguien se detuvo
A mi lado y echó una ojeada

Luego con el aire del domador de circo que mete su cabeza
En la boca de un león, introdujo la suya en mi boca
Y volvió a sacarla al parecer sin ningún desperfecto.

Sólo en la expresión avergonzada de su rostro
Se adivinaba que acababa de perder la cabeza.


ENTRETELONES


“Para el hombre la gran maravilla es estar vivo”
D.H.Lawrence.



No te lamentes por el desafortunado papel
que te ha tocado representar en vida
por el maquillaje de comediante que se agrieta
a la primera, forzosa sonrisa
por las pocas monedas que debes contar
con el escrúpulo de un avaro;
si a cambio, se te ha otorgado participar
de esa fiesta entre telones
para la que sólo cuenta el humilde hecho de existir
y a la que has sido invitado de una vez por todas.

Allí nadie pregunta por tus obras, flacas hijas
de la memoria
porque la alegría ha abrumado de tal manera
a los festejados, que sólo saben callar.
Un árbol te da la mano en esa interminable ronda
en el claro del bosque.
No importa el precio que pague por ti la necesidad
allí jamás dejaras de celebrar tus bodas.

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