martes, 2 de julio de 2013

Jan Erik Vold (Noruega)

 

 

 

La primavera del daltónico


Las estaciones
cambian. Todo estaba
blanco, ahora llueve y está gris, pronto
estará
verde, la gran instalación de bombeo
de las entrañas de la tierra trabaja
para juntar fuerzas
y soplar a
todos los árboles.

Matar focas —mancha
el hielo de sangre, rojo
sobre blanco.
Si dejan pasar a la televisión en color,
llega un alud de protestas.
Matar
seres humanos, rojo sobre negro —y la vida
se desangra desparrama
por las aceras. A la television no
la dejan entrar en Gorazde.

Los generales
están sentados
arriba en los cerros, con
los gemelos ante los ojos.

Dos amantes
corrieron
uno hacia el otro, como en un poema
de Jacques Prevert. No
llovía
aquel día, el amor
fue más fuerte que
la prudencia, la bala del francotirador
más fuerte que el amor, la
voluntad bélica
serbia
más fuerte que la voluntad
de paz de la ONU.

¿Para qué queremos
palomas si sólo se usan como diana?

 

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