jueves, 9 de febrero de 2012

Khalil Gibran (Bisharri, Líbano)





Mary, mi adorada Mary, ¿cómo puedes pensar que me estás dando más sufrimiento que alegrías? Nadie sabe bien cuál es la frontera entre el dolor y el placer: muchas veces pienso que es imposible separarlos. Tú me das tanta alegría que llega a doler, y me causas tanto dolor que llego a sonreír.

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