sábado, 11 de junio de 2011

Daniel Jiménez Bejarano (Colombia)



II

Ni el bosque secreto del druída
resistiría ésta lluvia de alcohol
interminable como la palabra bosque.

Menos un frágil manojo de albahaca,
símbolo del deseo que se marchita sin secarse,
dádiva más simple y perdurable que la visión:
emblema de un rencor sin seducciones traicionadas,
del firme adiós sin apocalipsis que habita la ventana,
desasido milagro falto de panteón
y del vano comercio de la promesa.

Ramito triste, sin flores,
manjar de animales para la labranza,
y de este turbio animal
que sobrevive a su humanidad para desearte.

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