viernes, 18 de marzo de 2011

HÉCTOR IGNACIO RODRÍGUEZ (Colombia)




PEATONES


Por ese entonces
tú eras esbelta
rubia
18 años.
Una perfecta criatura.


La noche que tiraste la puerta en mis narices
comprendí que ya no querías escucharme
y todo quedaba claro:
tenías derecho a guardar tus propios secretos.


Ahora en la calle después de muchos años
vienes a cerrarme el paso.
Me recriminas por un modesto librito
de poemas
cuando deberías sentirte alagada
por ser la heroína de la historia.


Si me he tomado el derecho de incluir aquello
de tus peripecias en camas de extraños
fue sólo por devoción al realismo.


¡Ah!
Si no fuera porque sigues luciendo la belleza
de aquella musa que los inspiró
y porque soy todo un caballero
te daría una sonora cachetada en medio de tantos
desconocidos.


Ya lo sabes:
esas noches en que no quisiste oírme
fui a contárselo todo a la poesía.
Ahora
respetable señorita
le agradecería no entorpecer el paso de los
peatones.

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