viernes, 14 de enero de 2011

D.H. Lawrence (Gran Bretaña)




El elefante demora en aparearse


El elefante, la enorme bestia antigua,
demora en aparearse.
Cuando encuentra una hembra, no se apura;
sabe esperar

a que el amor despierte en los grandes y tímidos
corazones, de a poco,
mientras deambulan por las márgenes del río
y beben, se alimentan,

o de repente irrumpen con toda la manada
a un claro de la selva.
Y duermen en un vasto silencio y se despiertan
juntos, sin decir nada.

De a poco el corazón ardiente del elefante
se va llenando de deseo.
Y finalmente se aparean a escondidas
ocultando su ardor.

Son los más viejos animales, los más sabios,
por eso saben esperar
para la más privada de las fiestas,
el banquete completo.

No se abalanzan, no se precipitan.
Su vasta sangre
crece de a poco como la marea, acercándolos,
hasta que al fin se tocan inundados.

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